Martín Octavio Lopez
Juan Carlos Gomez
OBJETIVO GENERAL
La actividad es con el objetivo de liderar una reflexión ética ante la moral con
la que se ha manejado este conflicto colombiano. Pretendemos con esto que se ponga en práctica lo que planteamos paran
un bienestar social e individual en Colombia.
Objetivo Especifico
Analizar el acuerdo de paz colombiano con las Farc desde una
perspectiva ética, lo que nos lleva a una mirada del obrar del gobierno bajo los
principios morales de la transparencia, la justicia, la equidad, el respeto, la
prudencia, etc; y en los cual no debe existir intereses particulares, por el contario deben
emerger de diferentes sectores sociales del país.
PROBLEMÁTICA ÉTICA
Un problema ético es un acontecimiento real que es
conflictivo a nivel moral. Es aquello que no está correcto y que afecta al
individuo y a la sociedad. Algo que afecta la dignidad del individuo y el bien
común.
Los problemas éticos son fundamentales que nos ha llevado a
la búsqueda constante de nuestra humanización constituyendo principios como los
fundamentos del Estado de derecho, donde no existe ninguna persona o
funcionario irresponsable y donde el que tiene más poder, tiene más
responsabilidad.
Haciendo una conceptualización previa de lo que es un
problema ético y la incidencia que tiene ésta reflexión en el comportamiento
humano, nos lleva a la toma de decisión en grupo de analizar un conflicto que
está en la puertas de nuestro país, generando controversias, profundas
tensiones y una gran polarización de nuestras sociedades colombianas.
Problemática ética
El problema con el proceso de paz es la santificación que
se le hace a paz o la manipulación con que el uribismo desinforma y
manipula lo acordado.
La discordia entre Santos y Uribe. La discusión política
tiende a polarizarse, pues queda atrapada entre Santos y Uribe, los medios de
comunicación no han sido éticamente responsables con sus contenidos al dar su
información de acuerdo a sus intereses particulares, en donde han
contribuido a una seria polarización entre el pueblo colombiano.
Para el uribismo, la victoria del 'No' puso hablar en el
mismo lenguaje a Santos, a Uribe y a las Farc. Esta es tan solo una
muestra de los títulos con que anuncian sus noticias los medios de comunicación
que en lugar de informar, desinforman, polarizan y dividen aún más a la
sociedad colombiana entre dos bandos.
Según Rodrigo Uprimny “la
santificación de la paz ha minado el respaldo ciudadano a la paz debido a la
impopularidad actual del Gobierno”; hay muchos colombianos que quieren la paz
negociada y piensan que el acuerdo de La Habana es razonable, pero no están
entusiasmados en votar favorablemente el plebiscito, pues sienten que sería
darle un espaldarazo a un gobierno que rechazan.
La sociedad colombiana vive un quiebre histórico, entre
una discusión difícil y polarizada, que genera emociones encontradas y
descontroladas, entre los que votaron por el NO que dicen los medios de
comunicación que son apoyados y representados por el ex-presidente Uribe; y los
que votaron por el SÍ, que están de acuerdo con el presidente Santos.
Dos objeciones esenciales ha planteado el ex-presidente
Uribe al acuerdo de paz: que los responsables de crímenes atroces no tengan
cárcel, y que puedan ser elegidos a cargos públicos. Este es el momento en
donde la ética de responsabilidad debe hacerse presente, los valores que
profesamos debemos demostrarlos a través de nuestros actos.
Entonces tenemos que aclarar que durante su mandato él
pensaba diferente a lo que está poniendo como objeción al acuerdo.
En enero de 2003 fue aprobada, por iniciativa del gobierno
Uribe, la ley 796 que convocaba a un referendo para reformar la Constitución.
La sexta norma propuesta facultaba al gobierno no sólo a crear
circunscripciones especiales de paz sino que le permitía nombrar directamente
“un número plural de congresistas, diputados y concejales” en representación de
los grupos al margen de la ley que pactaran la paz. Y la norma precisaba que el
presidente podría ignorar las inhabilidades existentes, lo cual significaba que
responsables de crímenes atroces podrían ser elegidos o nombrados en esas
curules.
Uribe presidente parecía comprender que una paz
negociada con las guerrillas implica aceptar la participación política de
responsables de crímenes atroces, pues no de otra forma podrán transformarse en
actores políticos unas guerrillas que han cometido atrocidades.
No es entonces coherente que Uribe opositor ataque
radicalmente una posibilidad que defendió cuando era presidente.
Una clásica pregunta de la llamada justicia transicional que
nos llevará a puntos de encuentro para conseguir la paz sería: ¿cómo encontrar
un equilibrio entre la búsqueda de la paz negociada y los esfuerzos por
satisfacer los derechos de las víctimas y sancionar las atrocidades cometidas
en la guerra?
Hay dudas sobre qué tan preparada esta la sociedad gracias a
los medios de comunicación que nos han encasillado entre Santos y Uribe, para
ayudar de manera responsable a llegar al mejor acuerdo, pero tenemos la oportunidad
de debatir con argumentos y rigor, lo que significa este acuerdo en una
sociedad enferma de indiferencia y de rabias mal tratadas.
Este acuerdo de paz es un tema en el que Colombia se juega
las posibilidades de avanzar en una ampliación de una democracia o se mantenga
anclada en un orden de exclusiones y autoritarismos.
Es ahora cuando Los valores que componen la Ética cívica se
vuelven fundamentales; la libertad como participación, la igualdad, la
solidaridad, el respecto activo y la disposición para resolver los
problemas del acuerdo a través del dialogo.
A través del dialogo se encuentren puntos de concentración y
unidad que busque salvar vidas y evite nuevas víctimas.
Aun aceptando la premisa de que ninguna obra humana es
perfecta, lo que se busca con esta reflexión es la paz incluyente.
El derecho a la paz , que ya tenemos todos los colombianos
en el artículo 22 de la constitución política, no es un regalo del gobierno
santos ni de las Farc; es un derecho mucho más amplio que la cesación parcial
de un conflicto armado; no sólo como la ausencia a la violencia, sino
además como una cuestión de desarrollo, una forma de cooperación no violenta,
igualitaria, no explotadora, no represiva entre personas y pueblos y Estados;
pero, modernamente se considera que no es posible estar en paz si no
existe el respeto y realización plena de derechos civiles , políticos y
económicos, sociales culturales y de solidaridad.
Encontrar los intereses comunes nos haría buscar soluciones
justas. Hay un libro que se titula La leyenda del juego de la pelota escrito
por el doctor Andrés López Rentería, este nos manifiesta la utilidad de
encontrar los comunes denominadores que
coexiste en un grupo de trabajo, en donde se encuentren intereses comunes para llegar a
un objetivo y el buen desarrollo de un proyecto.
Todos queremos paz y no hay nadie que quiera seguir viviendo
pobreza, desolación, temor, falta de oportunidades, etc... que son frutos de la
guerra. Entonces, somos un grupo que lideramos un proyecto de paz. Encontremos nuestros comunes
denominadores que son justicia y paz, la
equidad, el respeto, prudencia,
participación ciudadana, etc; para solucionar este conflicto que nos
parece un callejón sin salida. De este modo poder contrarrestar la
imparcialidad que ha suscitado la polarización, la manipulación y el
clientelismo que contamina los principios en los que se basa la constitución.
Según dice Adela Cortina, refiriéndose a que la ética
discursiva es "mostrar como la razón humana si ofrece un procedimiento para
decidir que normas son moralmente correctas, entablar un diálogo entre todos
los afectados por ellas que culmine en un acuerdo, no motivado por razones
externas al dialogo mismo, sino porque todos están convencidos de la
racionalidad de la solución" (Cortina,1994).
"¿Cómo
entonces evitar que el acuerdo de paz
con la Farc se vea influenciado por
intereses particulares?”
Al no encontrar salida a este tipo de situaciones
Cortina recalca que en las personas puede generase angustia ya que es
importante para ellas que sus intereses salgan beneficiados (Cortina, 2011).
Con base en este panorama, la propuesta ética de es que los conflictos se resuelvan
con justicia, Cortina (2011).
Esta situación está demostrando la tensión psicológica que
hay en todos los colombianos. Este es un problema que se hace aún más evidente,
pero, como dice Adela hay que encontrarle una solución justa y que no involucre
esas tensiones que nos tienen en una confrontación de intereses; ante todo
debemos darnos cuenta que somos colombianos y que queremos todos lo mismo "La Paz". Adela " No basta con aprender a
resolver conflictos para librarse de la angustia psicológica. Urge aprender a
resolverlos haciendo justicia".
Según la Teoría de la evolución social Jünger Habermas que
es una teoría de la evolución de la conciencia moral de las sociedades, nos
afirma lo siguiente: “las sociedades aprenden, no sólo técnicamente sino
también moralmente. Sería justo, por lo tanto que aquellos que están negociando
la paz reconozcan que no es un regalo, sino es que es fruto de nuestra
humanización.
Los invitamos a tener presentes los valores que componen la
Ética cívica, los cuales fundamentalmente son: la libertad, la igualdad, la
solidaridad, el respecto activo y el dialogo, para que tengan la
disposición de resolver este problema de nos está confrontando a través del
dialogo.
Conclusiones
Con esta actividad estamos liderando una reflexión ética
ante la moral con la que se ha manejado este conflicto colombiano con el fin de
buscar salidas que vayan de mano con la justicia.
Tener un concepto claro de la ética para dar una correcta
orientación a la sociedades colombianas en busca del desarrollo de un carácter y una conducta de tal
forma que integre con amor, alegría, respeto, dialogo, lealtad, responsabilidad,
justicia, etc; ante todas las situaciones en las que en ocasiones nos vemos
enfrentados a intereses particulares de unos y otros.
El mejor acuerdo de
paz se lograría contemplando las inconformidades escuchando en Cabildo Abierto a la población que debe ser
puesto en consideración en la mesa de negociaciones. Encontrar nuestros comunes denominadores como
son justicia y paz, contribuiría a la solución este conflicto
Las Farc deberían contribuir a la equidad y a la participación en pro de
una mejor vida. Que fueron sus principios morales en los que fundamento sus
actividades de disidencia.
La paz con justicia social es la que respeta los derechos
humanos; que sin derechos humanos no hay verdadera paz y sin paz no es
posible tener nunca una democracia robusta ni un desarrollo económico
incluyente. Por lo tanto, la paz y la justicia pueden ir en la misma
dirección en el largo plazo.
Restauración de los valores en la sociedad, básica y
principalmente en el núcleo familiar en pro de forjar un buen carácter.
Que deberán ser transmitidas a la comunidad con el propósito de convivir con
justicia, igualdad y solidaridad que son las semillas para una sociedad que se
desarrolle en armonía universal.
Somos seres estructuralmente morales desde que nacemos
estamos capacitados para emitir juicios y tomar decisiones en el
transcurso de nuestras vidas. Por tal razón, es fácil de recuperar el sentido de la justicia y la gratuidad que
tanta falta nos hace no solo en Colombia y en todos los rincones del
planeta.
Principalmente responsabilidades morales tales como el
afecto, el consuelo, la gratuidad y la justicia que son los pilares de la ética
para así apropiarnos de la capacidad de padecer con otros sus alegrías y sus
tristezas, lograran que lo que
expresamos y pensamos estén acordes con nuestros actos “integración entre el
ser y el hacer” que tanto se necesita para liderar este proyecto de paz.
BIBIOGRAFIAS
Cortina,
A. (1997). El mundo de los valores. Ética y educación. El Buho,
Bogotá. Recuperado de: http://datateca.unad.edu.co/contenidos/100001/adela-cortina-el-mundo-de-los-valores.pdf