La capacidad de reponerse ante graves problemas. La perdida de un familiar, las limitaciones físicas y psicológicas, o el caer en grandes errores los cuales conllevan a consecuencias de difícil reparación (como aquellas personas que están en las cárceles, o que han caído en la banca rota). El llegar a vivir este tipo de experiencias suena aterrador y aunque no se necesita llegar a estos niveles para sufrir, encontramos personas en la vida que han sido capaces de sobrellevar situaciones como estas, y se han superado a si mismos.
Liz Murray es tan solo un ejemplo entre otros tantos. En esta sección, quisiera referirme a la vida de Tony Melendes.Tony, es el segundo de los cuatro hijos que conformaron el hogar de José Angel Meléndez Escoto (San Salvador, El Salvador 1939, Los Ángeles Ca. 1984) y de Sara María Rodríguez (Rivas Nic. 1943). Nació sin brazos debido a los estragos de un medicamento recetado por orden médica a su madre durante el embarazo. El medicamento Talidomida debía calmar los efectos de náusea del primer semestre de embarazo, pero sus efectos dejaron graves consecuencias: al igual que a él, el fármaco provocó que miles de niños nacieran con deformidades, sin brazos, sin pies.
Debido a las precarias condiciones de salud que existían en los países centroamericanos en los años sesenta, la familia Meléndez decide trasladarse a los EEUU. Durante muchos años la familia tuvo que acomodarse a una forma de vivir con ciertas limitaciones materiales.
Tony jugó fútbol (soccer) en la secundaria de Chino, no tuvo limitaciones durante sus estudios, y detestaba sus brazos artificiales, los cuales, más de algunas vez, fueron a parar en un cubo de la basura. Está casado, su esposa y sus dos hijos son su mayor inspiración.
Fue su padre quien le dio sus primeras lecciones de guitarra y aquella vieja guitarra española que perteneció a su progenitor es uno de sus más preciados tesoros.
Hasta el día de hoy radica en los Estados Unidos, en la ciudad de Branson MO, llevando una ocupada agenda de conciertos y charlas motivacionales que han sido acompañadas de la redacción de un libro: "A Gift Of Hope" ("Un regalo de esperanza"), escrito en inglés, hoy traducido al castellano.
Es famosa su interpretación ante 6.000 jóvenes en el Universal Amphitheater de Los Ángeles el 15 de septiembre de 1987, para el Papa Juan Pablo II. Después de que Tony terminara de interpretar el tema "Never be the same", el Papa sorpresivamente saltó del escenario, se acercó a la plataforma donde se encontraba lo besó y lo felicitó.
Las palabras del Papa fueron las siguientes: "Tony, eres verdaderamente un joven muy valiente. Estás dando esperanza a todos nosotros. Mi deseo para ti, es que continúes dando esperanza a toda la gente".
Escribió también un libro llamado "No me digas que no Puedes". Te recomiendo ver este corto video, ya que nos enseña a enfrentar obstáculos y superarlos.
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